El yoga es un método ancestral mediante el cual se unen el cuerpo, la mente y el espíritu. Por tal motivo, el término yoga significa, precisamente, unión. El yoga facilita, considerablemente, el desarrollo del ser humano en los ámbitos espiritual y físico, al tiempo que combina algunos ejercicios activos de meditación y, por supuesto, de relajación.
En la actualidad, y desde hace varias décadas, la humanidad se ha sumido en el estrés, un problema que puede generar un sinnúmero de enfermedades y desajustes psíquicos y físicos, sin dejar de tener en consideración los espirituales.
Con el transcurrir de los años, las personas se habitúan a un estilo de vida caracterizado por un nerviosismo constante, lo que afecta el equilibrio de varios sistemas, como es el caso del visceral, el muscular, el facial y el nervioso, entre otros más. Es en semejante panorama, en el que entra en escena el yoga terapéutico para sanar muchos de estos problemas.
El yoga que, recordemos, significa “unión”, cuenta con muchas y variadas aplicaciones tendientes a ayudar durante las diferentes etapas de recuperación de los pacientes que, por ejemplo, han pasado por un accidente, una intervención quirúrgica o, simplemente, por un problema muscular, óseo, osteo-muscular u orgánico.
Las opciones terapéuticas de esta técnica milenaria son variadas y, lo que es más importante aún, son de lo más efectivas para reducir los nocivos niveles de estrés que suelen afectar a quienes se encuentran en una fisioterapia quienes, por sufrir dolores durante sus ejercicios o, bien, por no ver avances rápidos y significativos en su proceso de recuperación, se suelen sumir en cuadros depresivos, de ansiedad y de otros trastornos que impiden la rehabilitación.
De otra parte, pero en el mismo sentido conceptual, digamos que el yoga se puede aplicar, con gran eficacia, durante los procesos de rehabilitación, en los pacientes para que se puedan concientizar de su cuerpo y de lo que sucede en él. Para tal efecto, es bastante útil el denominado “Hatha Yoga”.
En el ámbito del yoga terapéutico, la modalidad del “Hatha” que, justo es decirlo, es la más tradicional y, de paso, la base y el fundamento de todas las restantes modalidades, ayuda significativamente a los pacientes en rehabilitación mediante movimientos y/o posturas básicas, suaves y tranquilas.
Quienes están pasando por una fisioterapia, de cara a rehabilitarse de patologías crónicas que afectan el equilibrio musculo-esquelético, el circulatorio, el respiratorio, el nervioso y demás, pueden (y deben, por qué no) acudir al siempre beneficioso y efectivo yoga.
Las opciones terapéuticas del yoga, las podemos encontrar también en el ámbito de las dolencias y patologías crónicas que se generan en la corteza somato-sensorial, provocando ciertos estímulos que son mal interpretados y, además, asumidos por el cuerpo y la mente como dolorosos, aunque no lo sean desde la perspectiva médica científica y objetiva.
