La fisioterapia deportiva busca no solamente tratar, sino prevenir las lesiones de los deportistas. Para los fisioterapeutas, la salud de sus deportistas es su prioridad. Los conocimientos que tienen del cuerpo humano y de su fisiología permite elaborar planes de actuación para optimizar el rendimiento de cada deportista.
La prueba de sudor permite evaluar de forma individualizada la pérdida de líquido y de sales minerales de los deportistas de forma individualizada.
Una buena hidratación es fundamental para optimizar el rendimiento deportivo. La reposición de líquidos y electrolitos durante el entrenamiento o la competición, tiene como objetivo establecer el equilibrio perdido en el organismo provocado por la sudoración.
Hay que tener en cuenta que cualquier tipo de actividad físico-deportiva produce eliminación de cierta cantidad de agua y electrolitos. Las necesidades específicas de cada sujeto van a depender de múltiples factores: condiciones fisiológicas individuales, tipo de deporte, duración e intensidad, condiciones ambientales y género.
Solo beber agua durante la competición, no solo no es bueno, sino que es peligroso. Un exceso de agua puede provocar hiponatremia. La hiponatremia se refiere al descenso del sodio por debajo de los valores normales (135mmol/l).
En el caso de ingerir demasiada agua sin sales, se produce una disminución del sodio en sangre lo que provoca hiponatremia. La hiponatremia es un cuadro grave que puede llevar a la muerte del deportista
Por lo tanto, además de hidratarse bebiendo agua hay que ingerir sales para reponer las pérdidas de electrolitos. Las concentraciones de los principales electrolitos que se pierden con el sudor (sodio, cloro y potasio) varían enormemente entre los diferentes sujetos (Hamouti et al., 2011).
El objetivo principal de la ingesta de sal durante el ejercicio prolongado es mantener el equilibrio electrolítico que el sudor está continuamente desequilibrando. Además, esto favorece el mantenimiento de una buena contracción muscular, lo que ayuda a no perder fuerza muscular (Coso et al., 2008).
Sin embargo, a pesar de que las bebidas deportivas contienen sal para reponer las pérdidas de electrolitos durante el ejercicio, las concentraciones de sodio, potasio y cloro en estas bebidas se encuentran por debajo de las concentraciones encontradas en el sudor (Coso et al., 2008).
Por lo tanto, es necesario usar suplementos de sales, además de las bebidas deportivas, para compensar la pérdida de electrolitos especialmente en deportistas con “sudor salado”, deportes de larga duración y competiciones en condiciones calurosas (Montain et al., 2006).
Algunos estudios han demostrado que la suplementación oral con sales es eficaz para disminuir la pérdida de masa corporal y aumentar la concentración de electrolitos en suero (Coso et al 2015) y reducir la fatiga física en deportes de resistencia (Sawka & Montain, 2000; Speedy et al., 2002; Valentine, 2007).
Existen numerosas recomendaciones de cuánto hay que beber por hora y las sales que hay que ingerir, sin embargo, dada la individualidad del sudor en los deportistas (Lara et al 2016) es conveniente hacerse un test que permita hacer una predicción de cantidad de ingesta de líquido y sales por hora durante una prueba deportiva.
En un entrenamiento o competición del deportista:
-Se le coloca un parche en el brazo.
-Se le pesa antes y después de la prueba.
-Una vez finalizada la prueba se le quita el parche que se introducirá en un tubo para posteriormente centrifugarlo y analizarlo en el laboratorio clínico dónde se determinará la cantidad de sales perdidas.
-También se tomarán datos de los líquidos (cantidad y tipo) que el deportista haya bebido durante la prueba.
-Una vez analizados todos los datos obtenidos se le prescribirá el líquido y la cantidad de sales que debe consumir durante sus competiciones.
